La llegada del nuevo orden

Los Natas presentan su nueva criatura. Si en el disco anterior dejaron de lado los cuelgues y los climas espaciales/lisérgicos y se pusieron mas violentos, ahora vuelven con toda la oscuridad a cuestas. Sin embargo ya no son una banda “stoner”, Los Natas no suenan parecido a ninguna otra banda. Suenan a Los Natas.
“El Nuevo Orden de la Libertad” continúa lo que empezó con "El Hombre Montaña", pero al mismo tiempo es distinto, tiene personalidad, la música es apocalíptica, la banda de sonido perfecta para los tiempos que corren. “Las campanadas” le da comienzo al disco con cierta tranquilidad, pero dura poco porque una guitarra oscurísima se abre paso y mejor que empieces a correr porque la batería se te viene encima como un tanque de guerra. “Escondiéndote, rojo sale el sol en tu habitación”. La banda suena potente, insistente, ninguno se queda atrás. A continuación llega el track que le da su nombre al disco, un auténtico clásico que te deja ese estribillo clavado en la cabeza por un buen rato. La intro de “Resistiendo el Dolor” te deja respirar un poco, pero solo un poco porque vuelve la agresividad. La voz de Sergio Ch suena arrogante, sin vueltas, y así seguirá durante todo el disco. Llega “Hombre de Metal“ y bajan un cambio mientras le hacen un guiño a Black Sabbath. Tanto “Ganar–Perder“ como “El Pastizal“ tienen climas que te llevan de viaje y te traen de vuelta con arena por todos lados. “David y Goliat“ es un instrumental en el que Walter Broide se desata con todo, y “Bienvenidos” prepara el camino para el final del disco, algo que ocurre con “10.000” y su aire apocalíptico, sin embargo la última palabra la tiene “Dos Horses”, un final en paz, como si te dijiera ‘andá tranquilo’.
En síntesis, este disco termina ganando, por intensidad, por la capacidad de estos tres tipos a la hora de tocar. “El Nuevo Orden de la Libertad” cumple con su cometido, porque rockea con todo.